Favor Morirse En Horas De Oficina

El caso que trato a continuación, es verídico. Es uno de esos casos que cuando llegan a conocimiento de uno, pues uno no puede más que sorprenderse y desilusionarse un poco más de esa tierra querida que nos vio nacer.

Y bueno, es una buena muestra de que justo cuando uno cree que ya nada puede sorprendernos, pues algo nuevo se le ocurre a la vida para dejarnos un poco más boquiabiertos.

Una amiga mía decidió cambiar su carro. Luego de buscar varias opciones, y, como buena tica, decidió irse por un lado que ella consideró más seguro. El novio de una prima de ella tiene una venta de autos en El Alto de Guadalupe y decidió firmar un contrato con el susodicho abonándole una fuerte suma de dinero como señal de trato.

Aunque se convino una fecha para la entrega del carro, la misma no fue cumplida una primera vez por pretextos clásicos que ya todos conocemos. Esto no es de sorprenderse. ¿Cuántas veces nos ha pasado lo mismo a todos? Allá la seriedad de trato no tiene sentido alguno y, un contrato, es irrelevante.

Pues bueno, luego de que el negocio fuera pospuesto varias veces, mi amiga comenzó a temer por su dinero y el trato, como decimos comunmente, ya olía mal.

El tipo seguía dando pretextos ya sin sentido como que estaba mal de dinero y ocupaba pagar su pensión alimenticia. Cosa que no es, en ningún nivel, de relevancia a la hora de un negocio.

Para desgracia de mi amiga, sus ahora sospechas se hicieron ciertas. El tipo comenzó a esconderse, a no contestarle las llamadas y otras artimañas constal de evitar el compromiso. Y, luego de tanta insistencia el tipo ya no se pudo esconder más y accedió a devolverle el dinero a mi amiga, escúchelo bien, en abonos.

Por increíble que esto parezca, estoy seguro que no es algo nuevo que haya sucedido una sola vez por allá. Pero el asunto no va precisamente a eso sino a lo que sucedió a continuación.

Mi amiga comenzó a presionar al tipo por su dinero. Siempre encima de él, buscándolo, llamándolo hasta que al parecer el tipo se cansó y sacó su verdadera calaña a relucir.

El viernes pasado, en una llamada con el susodicho, al parecer el tipo no pudo esconder más su naturaleza y le gritó a mi amiga por el teléfono que se cuidara ella y que cuidara a su hija porque a las dos las iba a matar. Así como lo escuchan. El asunto escaló de un fraude a una amenaza de homicidio de un momento a otro.

Yo no tengo hijos pero no tengo que tenerlos para poder entender lo que debe de sentir un padre al ver a su hija de dos años amenzada de muerte.

Mi amiga hizo lo que todo ser en sus cabales haría. Se fue inmediatamente el viernes por la noche al OIJ en San José a interponer la denuncia en contra del estafador. Y es aquí donde quiero hacer hincapié sobre lo que acontención.

Primero que nada debo decir que no debe de ser agradable andar por las calles sintiéndose como un blanco. Sintiendo el temor a la pérdida de esa libertad que nos da la postestad de andar tranquilos por donde se nos antoje. Por eso tenemos entes como el OIJ que se supone deben de darnos cierta seguridad para asuntos de esta índole. O, al menos, esas son las espectativas que tenemos.

Pues bien, mi amiga llegó a la oficina en San José a interponer su denuncia y cual fue su sorpresa que no encontró más que trabas. Primero le dijeron que no era en San José, que tenía que ir a Calle Blancos a poner su denuncia. Sabemos de sobra que esto es una práctica común en las entidades gubernamentales de mí país. ¿Cuántas veces no hemos hecho fila en un banco o en el registro para que al llegar a la ventanilla nos digan que es en la de al lado?

Pues parece que exactamente lo mismo aplica para cuando lidiamos con amenazas de muerte. Osea, nuestra vida es tratada como un trámite cualquiera.

No siendo suficiente, la persona (o al menos se asume que es persona por su morfología humana) que atendió a mi amiga, haciendo uso de su entero conocimiento con algo de creatividad añadida, le dijo que el OIJ no podía hacer nada por una amenaza de muerte porque el OIJ era un "Organismo De Investigación" y no de prevención, aclarando así parte del misterio que aqueja a un 99% de los costarricenses. Ya ahora, gracias a la bondad del individio y su amplio conocimiento, sabemos con certeza lo que significan la "O" y la "I" en las siglas OIJ. Lamentablemente su agilidad mental no le dio para aclarar que significa la "J".

Bien, lo que quiso decir el empleado con esto es que el OIJ no puede actuar a menos de que ud. ya esté muerto. Osea, una amenaza no es suficientte porque ellos no previenen el crimen, ellos lo investigan. Básicamente, le dijo a mi amiga: "vaya a que la maten y luego vuelve y así podemos investigar sin tener que prevenir el asunto". Entonces ellos no previenen el crimen, sino que lo investigan. Me pregunto la utilidad de un ente que no previene el crimen. Solamente espera a que pase para poder entrar en acción. ¿Y si le cambiamos el nombre a "OPJ" para que ya no sea de investigación sino de prevención?

Pues bien, luego de tan decpcionante aclaración del sistema que no calmó para nada los nervios de mi amiga, ella se fue para Calle Blancos a poner su denuncia. Cuál fue su sorpresa al ver que tampoco la pudo poner en Calle Blancos porque era viernes en la noche y la oficina estaba cerrada.

Mi amiga se tuvo que para su casa llorando y temiendo por su vida y la de su hija solo porque fue amenazada fuera de horas de oficina. Le dijeron que volviera el lunes (hoy) para poner su denuncia. ¿Y si algo le pasaba durante el fin de semana? Ah pues entonces está todo bien porque ahí el OIJ si intercede.

Pues bien, ese el caso que no acabo de creer. Mi amiga pasó en su casa el fin de semana sin poder dormir, temblando de nervios cada vez que escuchaba un carro pasar en frente de su casa. Degradando su calidad de vida solo por un estafador y un sistema deficiente.

Y me pone a pensar si de verdad aun creemos estar bien. Si de verdad nos podemos poner la mano en el corazón y dar gracias por las mil maravillas que tenemos en un país tan pequeño. Claro, he visto videos donde nos venden como parque ecológico o como parque industrial de mano de obra sin igual para las inversiones extranjeras. Pero, ¿porqué no hacen un video que hable de este tipo de cosas a ver si nos vendemos tan bien?

Lo que más me indigna es que estoy seguro de que si la amenaza fuese dirijida a algún miembro del OIJ o de su familia, ahí si se les olvida lo que significa la "I" y mueven cielo y tierra para prevenir cualquier desgracia. O si la gente tomase la ley en sus manos entonces el OIJ interviene para arrestar y encerrar a los "asesinos" que ejercen la justicia sin pasarla por el proceso de destilación burócrata que ellos han diseñado. Ah pero como la involucrada es alguien ajena a la argolla del sistema entonces, ¿para que preocuparnos? De todas maneras, ¿que les importa un contribuyente de impuestos menos? Lo único que le faltó que le dijeran a mi amiga es que si no le gustaba el servicio que por favor se fuera a una de las competidoras a ver si le daban mejor oferta.

Y bien, entonces parece que nisiquiera podemos confiar en esos entes que se supone mantienen la seguridad cuidadana. Claro que tenemos a la policía en primer nivel pero seamos sinceros y aceptemos que ese cuerpo no está diseñado para ese tipo de asuntos. El entrenamiento que tienen es básico y, además, preguntémonos ¿quien en su sano juicio arriesgaría su vida por el salario que ellos devengan?

Parece que esto le da una nueva connotación a eso que se dice que Costa Rica es un país libre. Y pues ¿que más libertad que amenazar abiertamente a alguien y seguir como si nada porque se sabe que nadie ejerce la ley como se debe?

Con razón el crimen en mí país ha aumentado tanto y es que no hay nadie que lo prevenga, solo quien lo investigue.

Así que ya saben compañeros, si algún día deciden ser amenazados de muerte mejor pidan que los maten para que el OIJ intervenga de una vez y si no se logra esta opción pidan de todo corazón que los amenacen de Lunes a Viernes de 7 a 4 (3:30 para estar más seguros de que van a ser atendidos) y que no sea feriado.