25 marzo 2009

Superpoderes

Recuerdo cuando uno era mucho mas joven. En aquellos tiempos en que la inocencia era una virtud y no un causal para ser devorado por este mundo que no se preocupa más que por sí mismo.
Recuerdo como uno dedicaba horas frente al televisor compartiendo momentos íntimos con aquellos que considerabamos nuestros héroes, los modelos a seguir.

Recuerdo como el tiempo parecía detenerse cuando el mal caía vencido ante el inmenso poderío de un hombre de acero o de otro con un extraño fetiche hacia los muerciélagos. Y recuerdo como luego de cada episodio, se esperaría que uno volviese a la realidad de este mundo gris. Mas la imaginación arrancaba un pedazo de esa fantasía y la llevaba al campo de juego evitando asi la realidad a toda costa.

¿Quién no lucho contra el mal en su niñez? ¿Quién no volaba entre edificios, caminaba por las paredes o tenia una fuerza indiscutiblemente sobrehumana? Recuerdo que en varias ocasiones, aquellos villanos de la realidad infantil solían preguntarme que superpoder me gustaría tener de ser posible.
Mi mente no entendía aquella pregunta pues creo que para todo niño, siempre era posible tener un superpoder. Solo que la ignorancia de aquellos gigantes que vivian en su mundo de tiempo y dinero no los dejaba ver las maravillas de no comprender el mundo "real". Era como si siempre hubiesen sido asi. Como si de sus mentes se hubiese borrado toda esta etapa gobernada por las esperanzas y las fantasías.

De haber entendido un poco mejor los quiebres y recodos de la vida, quiza me hubiese dado terror crecer.
De haber sabido que conforme la mente envejece, se le olvida de donde vino, hubiese gritado a la vida que no quería crecer, que era mejor quedarme "ignorante" pero con alegría en la vida a tener que comprender el mundo pero escupir quimeras por los poros entre tanto correr y correr que necesita este mundo. Es como si el precio lo pagáramos en preocupaciones y problemas y ocasionales sonrisas.

Volviendo al tema. Creo que mi respuesta a aquella extraña pregunta siempre hubiese sido el poder volar.
Poder ir adonde uno quisiese sin tener que esperar por un horario o sin tener que comprarle un campo en clase económica a la libertad. No depender de nadie ni de nada para poder esconderme en una nube o visitar la luna en el momento en que se me antojase. Creo que eso hubiese sido el broche de oro en cualquier niñez.

Pero el tiempo pasa y uno crece. Y el mundo pone todo su esfuerzo en hacerte olvidar aquello por lo que creciste para que te concentres mejor en los intereses que mueven y van de acuerdo a los estándares sociales.
La sociedad no quiere que sueñes, quiere que estes a tiempo en tu escritorio. La sociedad no quiere que vueles, quiere que no cometas errores en tu trabajo. La sociedad no se alimenta de un televisor una hora al dia sino del sudor que produzcas de 8 a 5.

¿Qué pasaría si alguien me preguntase a esta edad que super poder desearia tener? Comencemos por
analizar el hecho de que la sola formulacion de tal pregunta tendria como minima respuesta una risa ironica en cualquier "adulto" con "experiencia" en esta vida. No me da miedo el decir que me podrian categorizar de loco y es comprensible. Ese arbol de fantasias, ese arbol de inocencia que antes era verde y frondoso yace ahora marchito y, para muchos, fue talado hace mucho tiempo atras.

Volviendo a la pregunta, que responderia? Me formulé la pregunta. El primer obstáculo que me topé fue con el análisis. Un niño responde porque es lo que siente y punto. Porque sabe exáctamente lo que quiere y porque sin saberlo, el deseo de su alma lo quema desde adentro creando una cápsula de sinceridad que simplemente lo hace decir lo que siente. Un "adulto" tiene muchas cosas que considerar, ¿para que lo usaría? ¿Qué beneficios me traería? ¿Lo podría usar para ser millonario? Cosas
tan triviales pero que tenemos ya tan escritas en los genes. Todo esto no hace más que nublar la sinceridad de lo que queremos. Un "adulto" no dice lo que siente de primera instancia, siempre analizamos tantas variables antes de dar una respuesta que para el momento en que entendemos la pregunta, la resolución ya es inútil y obsoleta.

Si hacemos caso omiso a todo esto, nos encontramos con el otro problema. La sociedad como tal.
¿Qué tal si uno pudiese volar y la gente se diese cuenta? ¿Qué tanto durarías libre antes de que te encerraran por ser un fenómeno? ¿Cuántos gobiernos le pondrían precio a tus genes? ¿Cuántos "amigos" realmente se quedarían a tu lado? De nuevo volvemos a las tribulaciones adultas que solo consumen tiempo.

Luego de una limpieza mental me dispuse a responder y me tope con la sorpresa de que me gustaría ser invisible a voluntad.

¿Porqué? Es simple. Imaginate de verdad poder perderse del mundo por el tiempo que tú quieras.
Estar totalmente solo con tus pensamientos y mirar en el espejo y ver un vacío frente a el. Quizá se sienta extrano, quizá uno este tan acostumbrado a la propia imagen que al principio debe de ser todo un trauma pero luego va uno aprendiendo las virtudes de estar sin estar.

Comrpender que el tiempo es tuyo y que has recuperado la llave a ese mundo de fantasías donde el dolor es mal de un día y los problema son leyendas que se guardan en una librería a la que no podemos pasar.

Imagina poder evitar ser un blanco social. Que la corporación de la vida que te atrapa de 8 a 5 no te pueda tocar no te pueda encontrar por más que busquen. Imagina que el dolor que tanto te ha destruido el alma se desespere porque no sabe donde estás.

Debe de ser bueno poder ser invisible. Y quizá no sea tan imposible. Si tan solo pudieramos despojarnos de todo este sistema que ha creado escamas en una piel que nunca cambiamos. Si tan solo pudiesemos emanciparnos de la esclavitud corporativa y ser nosotros mismo aunque fuese por un día.

¿Y que tal tú? ¿Qué superpoder te gustaría tener?

2 comentarios:

Erick 4 dijo...

Me gustaría poder volar... chiquitillo siempre pensaba en ese poder.

Emil Aliev dijo...

Definitivamente me gustaria ser Dr.Manhattan de Watchmen...ja!